EL LLAMADO A SER COMO CRISTO.

En el común de las personas, la actitud mas frecuente es la de pedirle a Dios que haga tal o cual cosa. Esa es una actitud primaria de personas que no han evolucionado el discurso que nos lego el medioevo. Implica que hay una visión perversa de Dios, que lo asemeja a un titiritero que, de manera arbitraria decide lo que se le antoja hacer con el ser humano. Qué horrible! Es ademas un Dios que se complace con el sufrimiento, con los ayunos, con las penitencias y todo tipo de rituales bárbaros que apartan al hombre de la verdadera búsqueda y del sentido profundo de la relación con el creador, del cual hacemos parte.

El  verdadero objetivo del evangelio apunta  a hacernos iguales a Cristo. Ser iguales a Cristo. El esta dentro de nosotros por el Espíritu Santo, que lo revela y lo genera. La responsabilidad de tu vida esta en ti y tu puedes, con ese poder, diseñar tu vida. No tienes que pedirle a Dios nada que no sea su luz dentro de ti, no que haga cosas AFUERA, sino que te llene de poder ADENTRO.

Pero es mas fácil pedir lo material y no entrar en el proceso doloroso de hacer morir el ego malo y dejar solo el lado positivo de este. Es mas fácil culpar a otro de lo que me sucede que reconocer que soy el fruto de lo que he diseñado en mi vida, consciente o inconscientemente. Cuando Cristo está en mi, su carácter se refleja y el mio se amolda al de El.

En un pasaje de los evangelios, Cristo dormía en la barca y fue despertado por los discípulos que creían que se ahogaban por la tormenta que azotaba el mar. Cristo despertando con rabia les preguntó porqué ELLOS no habían calmado la tormenta, teniendo el poder de hacerlo. Cuantas veces no te ahogas en la tempestad por ignorar el poder que hay en ti de aquietar las aguas.

Levanta tus manos en este momento y dile a la circunstancia negativa que vives: Calmate! No mas! No te permito que azotes mi vida! Cree que el poder está en ti, porque es cierto.

Cristo no quiere estar en tu vida, quiere ser tu vida; Cristo no te va a conceder nada, concedetelo tu, date el permiso de vivirla dignidad que El gano para ti en la Cruz. Conviertete en Cristo.